jueves, 19 de agosto de 2010

El perro, el animal del diablo

Con lo que me gustan a mi los perros y aqui, en la cultura musulmana es el animal del diablo. Tal vez debido a la rabia en tiempos de antaño, el perro está muy mal visto por los mahoreses, nada que ver con los gatos que están por todas partes y son extremadamente flacos. Los perros salen de noche, corren como asustados, en más de una ocasión casi atropeyo a uno. Por ejemplo, al perro de mi compañera de curro, el año pasado, un mahoré le abrió el craneo con un machete. Porqué? Porque se acercó y le salió por allí. El perro sobrevivió milagrosamente. Los perros reconocen a los negros y no se acercan. Los muzungus (nosotros, los blancos) somos los de los perros y la mayoría son profesores enviados por Francia, viven en barrios de Muzungus, barrios de blancos. Los perros pueden desaparecer, o bien para utilizarlos para cazar o para torturarlos...
El otro día me di cuenta de que ¿Aquí no hay perros? O casi no hay...Este tipo de revelaciones me pasan también con distintas reflexiones que en Europa son nuestro pan de cada día. Por ejemplo: ¿Aqui no hay autobuses? Esto fue una evidencia que vi la primera semana, no es que lo haya descubierto ahora mismo. Os iré informando de lo que hay y no hay, de las pequeñas y grandes diferencias.

viernes, 13 de agosto de 2010

El primer fin de semana.


El viernes, viendo que la casa que albergaba estaba ya un poco sucia, hice amago de limpiarla antes de ir a trabajar. Mi sorpresa fue cuando en ese momento oigo unas llaves y entra una señora de unos 50 años con la cara pintada de amarillo, la típica gena que se ponen aquí para protegerse del sol. La señora solo hablaba malgache (aquí hay dos idiomas a parte del francés, el chi mahoré, de Mayotte, y el chi malgache, de Madagascar). Así que con señas y gestos entendí que era la vecina que venía a limpiar la casa. Bien, se acabó el limpiar y frotar, pensé.

En el trabajo pasó Stephan, un periodista que me hizo una entrevista. Días más tarde estaría en el periódico local acompañado de una gran foto que me hizo aumentar mi popularidad acosado con la mirada de los nativos.


Por la noche fuimos a un concierto de Bisso Na Bisso, grupo africano rapero y yo me cogí una enorme castaña que hizo que mi popularidad cayese en picado. No se porqué pero aquí el alcohol sube tres veces más. Después fuimos al Barfly, la disco de aquí. Se empezó a instalar en mi esa noche un pensamiento negativo y racista que no ha desaparecido desde entonces. El sábado fui transportado a la playa por cuatro o tres amigas de Gaelle, ya no recuerdo, y mi resaca hizo de mi un zombie errante en una playa de arena marrón negruzca llena de baobabs y música pachanguera y repetitiva que producía un efecto adverso al paracetamol.

El domingo me dije, se acabó, me voy solo a conocer la isla. Cogí el coche de la empresa y me fui dirección al sur, a N’gouja, la playa de las tortugas. En el camino vi a un autoestopista, aquí hay uno cada 2 kilometros, y pensé, voy a hacer una buena acción. El chico de 17 años, cuyo nombre complicado y ajeno a toda concordancia de consonantes no alcanzo a recordar, me daba buena espina y algo me dijo que debería de cogerlo.

Hizo de guía turístico de la isla y me enseño algunos escondrijos. Fue justo llegando a su poblado cuando se me acercó un coche diciéndome que algo no iba bien con el mío, que perdía aceite (mi coche). Paré de inmediato en una curva pues el olor me hizo erizar todos mis sentidos. El humo salía del capó. El coche estaba embadurnado de aceite.

Me bajo del coche con los papeles del vehículo pero no encuentro el número del mecánico. Así que llamo a Gaelle. Un minuto más tarde, en esa misma curva, decido girarme, cambiar hacia el otro lado y mirar el filtro del aceite, que parecía abierto. En ese mismo instante y por cuestión de milésimas de segundo, un coche con cinco pasajeros pierde el control derrapando probablemente debido al aceite que ha dejado mi coche en la carretera, pasa por el hueco dejado tras de mi en el cambio de movimiento, sale de la carretera, cae por una pendiente y se estampa contra una palmera. Una desincronización de tiempo, unos segundos antes y me hubiese arrastrado a mi contra esa palmera. Gaelle me está diciendo al otro lado del teléfono que es domingo y no encontraré un mecánico por esa zona, que deje el coche y vuelva a la ciudad en autostop o coja un taxi si encuentro alguno. El chico, el autoestopista de nombre complicado que he recogido hace una hora, está hablando en mahoré por el movil y yo me dirijo hacia los accidentados observando boquiabierto el mecanismo casual y caótico que se ha desarrollado en cuestión de milésimas, mi coche humeando, cinco personas que salen del otro coche con dolores en la nuca, tambaleándose y yo con el teléfono en la oreja recibiendo instrucciones sin alcanzar casi a comprenderlas. Pero más milagrosa fue la intervención de la ambulancia que no tardó ni cinco minutos en llegar y un supuesto mecánico, un amigo del autoestopista. El mecánico cierra el filtro, cambia el aceite y me dice que no habrá problema, que siga mi viaje. La ambulancia se ha llevado a los heridos, que por suerte son leves y tal cual vino el absurdo, la feroz amenaza de la muerte se fue.

Como si no hubiese pasado nada, arranque el coche y continué mi viaje, dejé a mi amigo autoestopista en su pueblo, agradecidísimo de que me salvase de un grandísimo marrón y continúe mi exploración por la isla. No vi tortugas pues me había olvidado las gafas de buzeo pero si vi maquis, los lemures de Mayotte, que se me subieron al hombro para robarme una cáscara de plátano.







Por la noche había un concierto reggae en la isla. Aquí solo hay un festival al año y resulta que ha tocado el primer fin de semana que he llegado. De resto, me han dicho que siempre son los mismos grupos, que básicamente hay tres. La gente con la que voy al concierto, algunos del curro, tienen la genial idea de coger el coche de la empresa, el mismo con el que he tenido la incidencia por la mañana. Yo pregunto si es una buena idea. Todos responden que si seguí rulando con él y no pasó nada más, porqué no cogerlo esa noche. Media hora más tarde nos encontramos los cinco en medio de la selva. Se ha repetido el problema, el filtro del aceite (luego me enteraría que en la última revisión pusieron un filtro más grande que no tocaba que causaba el problema). Esta vez dejamos el coche abandonado y nos disponemos a caminar en la oscuridad de la noche. Las estrellas son infinitas y el ruido de la selva acojonante. A los 15 minutos un coche nos recoge a los cinco, un policía que se dirige a la capital para hacer su turno de noche. – No se cómo lo haces pero tienes una habilidad para meterte en líos y solucionarlos con una rapidez. Me dice Gaelle. -Yo tampoco se como lo hago pero sospecho que la cabeza progresiva tiene algo que ver con ello. -¿La qué? –Nada, algo como Alá pero que no te despierta cada mañana con rezos. Respuesta un tanto fuera de contexto y mirada de, tu mismo, tío.

Vuelvo a casa e intento descansar cuando recibo un mensaje de una de las chicas francesas con las que iba al concierto, Clementine. ¿Te apetece un porrito? En menos que canta un gallo me estoy tomando una copa y fumandome un porrete con una chica de ojos azules enormes y preciosos. No obstante, tras el patético intento de enrollarnos, presencié esa noche el estado más lamentable que la masculinidad puede ser expuesta, un cansacio atroz calló sobre mi después de algunas caladas del porrete. Su olor a tabaco me incomodaba bastante y tras un finde como este lo menos que me apetecía era hacer un esfuerzo de tal calibre. Ella se marchó enfadada. Yo me sumí en un sueño incómodo y sudoroso.

lunes, 2 de agosto de 2010

CINÉMATHÈQUE: OCÉANOS

Océanos es una superproduccion digna de verse en pantallas de cine y en 3D. Puede que sea un poco monotemàtico pero es lo que siento ahora especialmente. Bueno, en realidad siempre he sentido una inmensa admiracion y respeto por el océano:

LA FRASE DE LA SEMANA

Frase musulmana, a aplicarse los que sigan esta diatonica religion:

EL QUE MATA A UN HOMBRE MATA A LA HUMANIDAD.



Los siguientes tres dias


A las 6 se hace de noche y la gente se levanta a las 5. La noche es negra como sus pieles. Los gatos son feos, como si no se limpiasen. Brochetas picantes con plátano frito y mandioca. A la tercera vez que has comido esto te preguntas si podrás comerlo una cuarta. Firmé el contrato con sospecha. - te gusta? La isla, el ambiente. O te gusta o no te gusta, no hay termino medio. Me decia Raphael, uno de mis jefes con aspecto sospechoso de amigo de Maradona. -De todas formas esto es un poco como lost, aqui pasan cosas extranyas,ya iras viendo.

En una foto de facebook Ruyman ya me había dicho que parecía lost. "Perdidos". - tienen una perdida de identidad. Los mahoreses son comorianos, y quieren ser franceses. Pronto lo serán, en marzo pasaran a ser el 101 departamento francés. Mayotte era la isla menor de las Comoro. Como un ninyo rebelde votaron en contra de la independecia del archipiélago, a favor de Francia y ahora son los supuestos privilegiados. Hace 30 anyos había una populacion de 3000 habitantes y ahora son 200.000, la mayoría terratenientes q viven de alquileres. Son guarros, tiran la basura por todas partes, hay una montanya y cuando llueve toda la mierda se esparce por la laguna. La naturaleza es exuberante, el fondo coralino es alucinante, los peces son tan fluorescentes q te duele la cabeza al mirarlos mucho rato. A este entorno paradisiaco le quedan pocos anyos. Estos salvajes se lo estan cargando cada dia sin ser conscientes de ello.


Los siguientes tres días fue la semana del audiovisual. Los jóvenes naturalistas se encargaron de rodar un video sobre el medio ambiente. Gaelle, ensenyo en un día como hacer un reportaje(vaya talento esta chica q voy a sustituir, no le llego ni a la suela) y lo mas alucinante es que estos jóvenes lo pillaron al vuelo. Yo tambien tuve que ensenyarles como se utilizaba una camara, diferencias entre realidad ficcion (tema que me persigue desde 24 mentiras) pero todos me miraban como si fuese de otro planeta, tal vez por mi acento. Son extremadamente educados y se esfuerzan mucho. Hicieron un reportaje sobre el islote de M Bouzi. Para ello nos fuimos a las montanyas para ver que es lo que causaba la degradacion del medioambiente en la zona. Coches abandonados, ninyos que limpian sus ropas en el rio y el cultivo salvaje. Los emigrantes de las otras islas de las comoro se esconden en las montanyas y cultivan platano, cargandose la selva. Luego la tierra se sobreexplota y cuando llegan las lluvias, acaba siendo un desierto. Se forman grandes riadas que arrastran todos los sulfitos y la basura al mar llegando al islote. Aunque esto parecia deprimente entre la degradacion habia tantas mariposas de distintos colores que no podia mas que alucinar. Hace un mes descubrieron dos nuevas especies y la gente tirando latas de coca cola, que por otro lado nunca deberian de llegar aqui, al fin y al cabo somos todos culpables, pensé.



Al día siguiente fuimos al islote en barca. Fue mi primera inmersión con cámara submarina. La cámara flota y es difícil mantener el rumbo sin que se mueva. Hicimos un picnic y comimos jacka, una fruta con picos por fuera que sabe entre mango y plátano. Luego terminaron su reportaje en la isla. La vuelta la hicimos en canoa. En medio del océano transparente dejaba la isla atrás mientras remaba con decisión. Un grupo enorme de ninyos jugaban desnudos en la playa mientras los pescadores arrimaban sus barcas con su merecida pesca. Me despedí de mis alumnos. Gaelle se acerco y me dijo: -eres muy afortunado, no te creas que esto pasa todos los días. Esto han sido los tres días mas felices que he tenido desde que llevo aquí y ya llevo dos anyos. "Caribu" (Bienvenido).




Si que fue una grandiosa bienvenida. Nada que ver con los siguientes días que estarían llenos de sorpresas dignas de Lost donde a punto estuve de perder la vida.