La Réunion, final del viaje.

Pisar el aeropuerto de la Reunion fue como de repente estar en el futuro. Todo el mundo iba con prisas, todo nuevo y limpio, pantallas de plasma, superdisenyos y mas chorradas, etc.

Fue una sensacion como si te hubiesen dado una buena ostia, no me extranya viniendo de pasar 8 meses en Madagascar y Comoros. El primer mundo se me hacia ahora complicado y cuesta arriba. En el autobus a Saint Denis estaba solo y con aire acondicionado, nada que ver con las furgonetas petadas de gente de Madagascar.

Mi energia disminuyo. Acogido por mi amiga Dolly y su encantadora familia afronté la busqueda de curro en una isla que vive basicamente de las subvenciones francesas y con una tasa de parao del 40 por ciento. No obstante pensé en el poder de mi cabeza y consegui reunir fuerzas para tener una entrevista con una productora que se sintio muy interesada por mi trabajo. Me dijeron que era cuestion de meses que pudiesen darme algo pero que contaban absolutamente conmigo para la incorporacion. Esperanzas pero nada concreto, bla, bla, bla.

El primer finde conoci a Sara, una guapisima mulata que habia vivido 10 anyos en la metropolis francesa. Durante 3 semanas vivimos un bonito romance. Fue una corta relacion con una evolucion, un principio y un fin, totalmente natural, sin dramas ni historias.



Conoci la isla con sus espectaculares cumbres de 3000 metros de altura, cascadas, volcanes y playas. La isla mas verde y montaniosa que jamas he visto. Pero la economia empezaba a estar en alerta roja y el ambiente frances me embajonaba bastante después de la maravillosa Madagascar. Luego estuve cinco dias malo de anginas, dopado con antibioticos y corticoides, etc.



Tras ir a Mafate, al centro de la isla y caminar dos dias durante 7 horas cada dia en un entorno espectacular, un gigante jardin natural, tuve la respuesta: algo me dijo que el viaje habia concluido.



Habia comprendido algo de todo esto? Era mas sabio? Habia cambiado algo mi vida? Pues me gustaria creer que si pero todo apunta a que, aunque me haya oxigendo bastante, sigo basicamente siendo el mismo.
Pero me siento distinto, ahora puedo estar solo y disfrutar de ello, no tengo miedo a viajar, nunca lo he tenido pero ahora lo he verificado, ni en las condiciones mas extremas. Sigo creyendo en la voluntad de los desconocidos, prefiero los pobres a los ricos, puedo cambiar mi dieta radicalmente, incluso pasar largas horas caminando o sin comer.
Ahora ansio ganar pasta, que tras vivir en un pais pobre se aprecia evidentemente aun mas, eso si, sin idolatrarla (esto es un poco contradictorio con lo que he escrito mas arriba de prefiero los pobres a los ricos, o tal vez no).

Seguir viviendo el presente. Pues en el presente reside un poder maravilloso que desconocemos pero que irradia una energia con consecuencias a veces sorprendentes.

No descarto cambiar de profesion, aunque sigo sintiendo una gran pasion por lo que hago y me he hecho una lista de las cosas que me gustaria aprender antes de palmarla como aprender a jugar al poker, al ajedrez (pues si, no se jugar al ajedrez, pasa algo?) montar a caballo, bailes de salon, esgrima, un curso de primeros auxilios, aprender algo realmente util como hacer pan, saber de mecànica, de electricidad, de fontaneria.
Indagar mas en la fotografia y seguir haciendo musica con los colegas.

Se me rallan los ojos de pensar que voy a ver a mi familia y le voy a dar un abrazo a Javi, a Jose, a Fili, a Belén, a Martin, a Eva, a Dani, a Elena, Gonzalo y Patricia, Julian y Maria, a Jusef y Mariajo, a Curro y familia, a Hwidar y familia, una gazpacho manchego con Sepul, una paella en el Yuso, y podria seguir etername.

Todavia me quedé con las ganas de contaros dos entradas en el blog sobre Madagascar, tal vez lo haga en territorio europeo aunque no serà lo mismo. Espero organizar una exposicion de fotos pues creo que hay algunas dignas de exponer. Algo me dice que ese sorprendente pais, Madagasikara, no me ha dejado todavia. Pero por ahora la experiencia en el ocèano indico ha llegado a su fin. Se despide para verles dentro de muy poco. Como dirian en malgache Vety Vety (Hasta pronto). El narrador inaventurado, la cabeza en el progreso. Abrazos.