Y tuvo razón, me enamoré de ese pais y ahora solo puedo sentir nostalgia.
En Fianarantsoa tuve la suerte y el honor de conocer a uno de los mejores fotógrafos de la historia de la fotografía: Pierrot Men.
Ahora estoy de vuelta en Europa y nadie puede entender lo que he vivido, lo que he visto, olido, degustado y sentido. Me siento como un vendedor de biblias cuando cuento mi experiecia, un tanto pesado e incomprendido.
Os propongo una cosa, cerrad los ojos, pinchad en esta música y no penseis más que en el presente. Sentid vuestro corazón y vuestra respiración. Abrid los ojos y saboread las fotos de Pierrot que os he seleccionado a continuación.
Este es mi tributo, compartir con vosotros un poco de mi experiencia, que os brindo desde lo más profundo de mi corazón:
Gracias por este regalo tan bello!
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