martes, 27 de julio de 2010

MAYOTTE, primer dia.




Demasiadas cosas por contar, no se por donde empezar. En la cola de embarque conocí a una profesora francesa de 60 años que me dice que ha estado cuatro años en Mayotte y se vuelve. -Que Porqué? Ha estado usted en Mayotte? Pues ya lo sabrá. Es África, todo cambia. La experiencia ha llegado a su fin. Además es carísimo. A veces los tomates están a 15 Euros el kilo.
Trago saliva. –Qué, cuanto ha dicho usted? En ese momento llama José Miragall para despedirse de mi. – Guárdate la sorpresa para ti, descúbrelo por ti mismo. Me aconseja.
Durante el vuelo conozco a Marwan, un joven de Marsella, muy simpático que también lleva tres años y quiere volverse. Se ríe un poco de mi por mi poco conocimiento sobre Mayotte. A ver si es verdad que cuando salga del avión me la va a meter un negro doblada…

Un sol rojo intenso me despierta tras haber visto ya tres películas y finalmente quedar dormido. -“En breves instante efectuaremos el aterrizaje en el aeropuerto de Dzaoudzi.” Miro hacia un lado y veo unas nubes gigantes que empiezan a clarear. A mi derecha montañas con matorrales. A mi izquierda una barra enorme pero muy lejana de la isla, es el arrecife de coral! Pero que lejos está!!! La laguna es gigante, es como un mar en si. Entonces aterrizamos suavemente y el mar se convierte en cocoteros con mucha vegetación, muchos árboles de distintos tamaños. La temperatura exterior 28 grados. Estamos en invierno, me enteró. -No, en invierno 25 -30 grados y en verano que es la época de lluvia, (el invierno en Europa) entre 30 -35 grados pero húmedos. Me dice el azafato. El aeropuerto amarillo en “la isla de pequeña tierra” está repleto de ventiladores en el techo. Marwan me presta el teléfono y llamo a Habiba, la secretaria. Aunque hemos llegado con dos horas de retraso me dice que está llegando ahora al aeropouerto, vamos que la puntualidad por el forro de los... Efectivamente, se acerca tímidamente y me pregunta si soy Olaf. Entonces se queda tranquila y sale a relucir una chica supersimpática y echá p’ alante, va y me compra una corona de flores como objeto de bienvenida y me la cuelga. Aunque parezca una chorrada, siempre me había echo ilusión que me colgasen una collar de flores tipo hawaino.




Las mujeres llevan velos de colores y una crema de color amarillo en la cara. Como está repleto de coronas, el aeropuerto vuele a jazmín, flores de plátano, y otras fragancias. Los mahoreses no son negros, los negros que yo había visto son marrones, estos sí que son negros, tanto que parecen ojos blancos en un ente oscuro. Tampoco son guapos, son una mezcla rara entre negros africanos y chinos o alguna especie sacada de la mente de George Lucas. Llamémoslos: distintos. Cogemos un taxi con varias personas y vamos hacia el ferry. El agua es transparente y veo peces Nemo al lado del barco! En el barco conozco a la competencia, unos guays con pelo largo con coleta y barba y pinta de franchute de mundo (casi igual que yo menos lo del pelo). -Me han dicho que eres de los buenos, me dicen. Con el colocón del jet lag sonrío y me miro la entrepierna, no comento nada. Miro a mi alrededor y veo islotes, dejamos pequeña tierra atrás y nos dirigimos a gran tierra, a la capital: MDmounzou (aquí todo lleva una M delante). Habiba vive en “pequeña tierra” con su marido que trabaja en la aduana. Todos los días coge el ferry y dice que es un momento de meditación muy importante en su día. Al bajar del Ferry veo un pez espada también al lado del barco. Mdmounzou no es bonita, es una selva que está llena de casas construidas al azar, sin orden alguno, buenas construcciones, junto con chavolas, mucha Uralita, casas sin encalar, los agujeros en el asfalto son constantes. Esto es África, aunque no hay niños durmiendo en las calles. Pero de alguna forma todo se integra con las palmeras.


Llegamos a la casa de mi jefe. Una casa enorme de tres habitaciones enormes, cocina, baño, salón y una terraza de betón con vistas a la extraña ciudad. Tiene unas congas en la cocina, cosa que me hace pensar que tiene que estar como una puta cabra. Me pego una ducha pues empieza a caerme la gota por la espalda y entonces me cae todo el cansancio acumulado durante años! Viene Gael, la persona que remplazaré, una francesa muy simpática. A pesar de la fatiga me hago el héroe y me proponen ir a la empresa a saludar, luego tienen que ir a grabar al otro lado de la isla para el programa de jóvenes que tendré que realizar, este va sobre jóvenes músicos de la isla. -Si, claro, digo hecho una mierda. Expedición a la empresa “Clap” ( se supone que es el sonido de una claqueta cuando hace clap, en español diríamos clac o claca o clic).



Todo de puta madre, un equipo jóven muy guay pero entonces me ven la cara de echo polvo y me dicen que me llevan a casa y me recogen en dos horas. Duermo un poco, solo media hora pues me aconsejan que me acueste temprano y no duerma mucho. Viene Clothilde, amiga de mi jefe que pasaría para enseñarme el barrio como acordado. Me pierdo por el barrio, nada está indicado y todas las casas son tan distintas y a la vez tan iguales que es un disparate para mi mente. Vamos a comer brochetas con Mandioca y plátano, con una salsa picante, pero como todo es bastante seco no me queda otra que comerme la salsa. Por lo visto es la única comida típica y barata, esto se come en cuchitriles, a veces reconocibles solo porque pone Coca Cola. Clothilde habla muy poco, es amable y tímida a la vez. No es de la isla es del Congo, no me parece guapa pero desprende mucha tranquilidad. Me pregunta que como es Londres, que ella sabe un poco de inglés. Miró a mi alrededor y le digo pues todo lo opuesto a esto. Entonces hablamos en inglés y suelta más prenda, con el juego de aprender. Resume su vida muy bien, refugiada por la guerra del congo llego a Kenia y finalmente a Mayotte, emigrante sin papeles, vamos. Aquí el 62% de la población es menor de 20 años, siempre hay niños jugando en las calles y el 40% son emigrantes. El barrio es ruidoso, unos niños se pasean con una radio oyendo rap americano, Snoop Doggy dog y también Michael Yackson, unas obras caseras suenan de fondo. A las 14h me recoge Gaelle y Habiba y hacemos un recorrido por la isla. Es muy verde, llena de vacas, lagartos y aves exóticas, paso por un bosque de nenúfares y varios baobabs. De repente veo una gaviota muy exgtraña y digo: - que raro vuela esa gaviota. – El qué? Pregunta Gaelle. Pues señalo y Habiba y Gaelle se rien. Eso no es una gaviota es un murciélago. –Qué coño??!!! Son murciélagos gigantes cuyo nombre no retengo, que además vuelan por el día, se alimentan de frutos. Hay mucha papaya y plátanos.

Luego por la tarde ayudo en la grabación del video, entrevistas y música nativa en la playa. Me pego un baño, mi primer baño en el océano índico. Una vaca se pasea por la playa, murciélagos gigantes y una puesta de sol preciosa entre un mundo aún verde. Al regreso las dos chicas están todo el rato de cachondeo. Habiba no para de bromear y de reirse de mi. Creo que ya me ha pillado el punto o le he dado demasiada confianza. -Eres de los buenos. Me dice. Que extraña expresión, aquí la utilizan para varias cosas. Lo soy?



Por la noche Clothilde me espera y me prepara unas gambas con zanahoria y papas. Me mira paciente, hablamos muy poco. Tras mucho silencio llegamos al tema de las relaciones y le explico que he dejado una relación muy larga. Entonces me dice: c-ómo tú jefe, él dejo una de 13 años cuando vino aquí y fundó la empresa. Ya tengo algo en común con él. Es todo muy misterioso pues estoy conociendo a una persona sin haberle visto nunca, me refiero a mi jefe, vivo en su casa, con su gato, tengo su coche e iré a la oficina donde el trabaja y estaré aqui varias semanas hasta que él venga. Ahora todo me cuadra más. El porque alguien viene a un sitio tan remoto en medio de la nada.

De repente Clothilde me mira seria y dulce a la vez y me dice: - eso no tiene sentido. Cuando has estado tanto tiempo con alguien ya has pasado la barrera, ya os conocéis y sabéis qué os gusta y disguta, sabéis como ayudaros mutuamente también.
Es como si subieses a la montaña y luego a mitad de camino o casi al final de la cima dijeses: voy a volver a la falda, voy a volver al nivel cero y a emprender otro camino. Pero tampoco sabes si el otro camino te llevará a la cima, cuando el anterior sí que lo iba a hacer, o al menos estabas ya muy cerca aunque tal vez costase un poco. No hay nadie perfecto, ni relación perfecta, cuándo conoces a alguien tanto tiempo eso es lo importante.
Entonces la miro fijamente como si de una bruja se tratase. Me quedo absorto. Nunca nadie había hablado tan poco y al mismo tiempo tan bien. – Para hablar poco eres muy sabia. –Soy incapaz de hablar con alguien que no me interesa, soy tímida y si no quiero, no hablo.

Esta conversación cambia todas mis sensaciones. De repente tengo la sensación de que esta persona me ha respondido a lo que quería oír, me ha abierto los ojos. A partir de este momento mi visita a Mayotte ya ha tenido sentido. Completamente. Pero, ¿tan rápido, sólo en un día? La sensación es de poder decirle ya adiós a este sitio y hacer todo el esfuerzo por volver con “ella” y continuar el camino hacia la montaña aunque haya retrocedido bastante.
-Pero la mayoría de los hombres siempre pensáis igual, siempre pensáis que os perdéis algo en otro lado, nosotras, al contrario, somos una flor que se pone mustia, nuestro tiempo pasa rápido. De todas formas creo que en Metropol (esta palabra la he oído ya muchas veces, la utilizan aquí para referirse a Europa o las grandes ciudades europeas, Metrópolis, me hace pensar en la peli de Fritz Lang) estáis todos muy mal!

Se ha hecho de noche a las 6 (ni siquiera llega) y ya son las 9. Con un cansancio alucinante me acuesto y duermo varias horas hasta que me despiertan los mosquitos y me embadurno con la sábana, luego me entero que el truco es el ventilador, por lo visto no tienen fuerza para posarse. Pienso en frases que me han dicho a lo largo del día, -todo el mundo que ha venido aquí le han robado, al menos una vez, por eso hay rejas en todas las ventanas. ¿Todavía no has visto ratas?, son enormes y están en todas las islas, hasta en los islotes. En mi inquietud veo caras de negros de Madagascar, con la mandíbula prominente, Metropol, metropol, subir la montaña, volver a bajar y a empezar otro camino…A duras penas vuelvo a dormir pero a las 4 empieza un gallo hijo de puta y luego un concierto de gallos. A las 5 el cántico del corán me despierta también. Me recuerda a Marruecos. A los musulmanes les encanta cantar unitonos y difundirlos por los megáfonos. No obstante esto no me molesta, me hace entrar en un estado de meditación y consigo dormir. Tengo el coche de la empresa que me espera en breve para recorrer las caóticas calles, mi miedo son los niños, pues están por todas partes y se tiran a la carretera. Un nuevo día me espera, la formación de la semana del audiovisual para jóvenes. Les enseñaremos a hacer un reportaje y luego lo pasan a la tele. ¿Tendré que dar clases también? La respuesta es si, pero la experiencia os la cuento mañana, hoy ya no puedo más, otra vez cansadísimo y lleno de sensaciones que mi mente no puede procesar.

5 comentarios:

  1. Tío, la calidad que desprende esta entrada es magistral. Sobre todo humana.
    Que bien describes las personas. Que forma de sentir que era yo quien estaba en Mayotte.

    Enhorabuena Maestro Explorador.

    Que la Sagrada Cabeza guíe tus decisiones importantes.

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  2. Es el primer día de tu nueva vida. Ánimo y suerte!!!

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  3. Da otro paso no debes parar,
    rompe los cristales si quieres entrar.
    Grita al aire, aunque no quiera oír
    y escribe el principio, donde pone fin.

    Fito.

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  4. Gracias a todos. Seguiré informando. Os quiero un monton.

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  5. Olafitoooo!!!
    Por fin he podido dedicar tiempo a leer tus últimas aventuras (que últimamente te "niegas" a compartir si no es por esta vía, je, je, je). Me alegro que te vaya todo tan bien, aunque seguro que los primeros días has estado muy cansado.
    Espero que pronto puedas seguir contando cositas, la verdad es que el blog está genial, me ha encantado leerlo!
    Un beso fuerte

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